Analizamos Back to the Dawn

Imagínate que te meten en una cárcel de máxima seguridad, con 21 días para sobrevivir, hacerte respetar y encontrar la forma de escapar. Pues eso es lo que te propone este RPG carcelario. Cada día tienes que decidir qué hacer, y créeme, no hay tiempo que perder. Puedes entrenar para ponerte fuerte como un toro, estudiar para convertirte en el Einstein del talego, o mejorar tu labia para que hasta el alcaide te dé la razón. Todo lo que haces consume tiempo, y cada decisión cuenta. Si te pasas el día limpiando baños para ganar pasta, igual no te da tiempo de investigar esa alcantarilla sospechosa que podría ser tu vía de escape.

El juego te deja moverte por un montón de zonas dentro de la prisión: la lavandería, la enfermería, la biblioteca, el gimnasio, los tejados, las alcantarillas… cada rincón tiene su función y sus secretos. Y no estás solo: hay 48 presos con sus propias historias, personalidades y movidas. Algunos son colegas, otros te quieren ver hundido. Puedes hacer misiones secundarias para ellos, aprender habilidades nuevas, o simplemente charlar para conocer sus dramas. Hay uno que te enseña a fabricar ganzúas, otro que te ayuda a mejorar tus golpes críticos, y hasta uno que te mete en una red de contrabando si le caes bien.

La progresión del personaje es clave. Tienes tres estadísticas principales: fuerza, inteligencia y carisma. Según cómo los subas, se te abren caminos distintos. ¿Quieres romper una puerta blindada? Necesitas fuerza. ¿Hackear el sistema de seguridad? Inteligencia. ¿Convencer a un guardia para que mire hacia otro lado? Carisma. Y lo mejor es que puedes combinar estilos. Puedes ser un bruto con labia, o un cerebrito que también sabe pelear. Tú decides.

El combate es por turnos, con dados al estilo rol clásico. Pero si no te va la violencia, puedes pasarte el juego sin pegar ni un puñetazo. Hay rutas de sigilo, de persuasión, y hasta escapes que parecen sacados de Prison Break. Alcantarillas, tejados, túneles secretos… tú eliges cómo salir.

Y no todo es acción. También hay gestión: tienes que comer, dormir, ir al baño, mantener tu salud mental… si te descuidas, acabas en aislamiento o peor. Puedes trabajar para ganar dinero, fabricar objetos, mejorar tu celda, sobornar a otros presos o guardias… es como vivir tu propia serie carcelaria, pero con decisiones que realmente importan.

Además, hay eventos aleatorios que cambian las reglas del juego. Un motín, una redada, una visita sorpresa… todo puede alterar tu plan. Y si fallas, no pasa nada: el juego tiene modo New Game Plus, donde conservas habilidades y relaciones para intentarlo de nuevo con más ventaja.

Y por si fuera poco, hay romances. Puedes escribir cartas de amor, llamar por teléfono, y tener relaciones que te beneficien dentro del talego. Aunque, siendo sinceros, las chicas del juego están un poco de adorno y no tienen tanto desarrollo como los presos. Eso sí, el juego está en inglés, así que si no lo dominas, puede costar seguirle el ritmo.

En resumen, Back to the Dawn es un juegazo que mezcla rol, gestión, narrativa y decisiones morales en un entorno carcelario que no da tregua. Si te gustan los juegos con historia, con libertad para elegir tu camino y con personajes que tienen algo que contar, este te va a enganchar. Y si te mola rejugar para ver todos los finales, aquí tienes contenido para rato.


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: