Analizamos Irem Collection Volume 3
Irem Collection Volume 3 es un videojuego o mas bien, pack de juegos publicado por ININ Games para las plataformas Playstation 5, Xbox Series X/S y Nintendo Switch (plataforma desde la que realizamos el analisis correspondiente). Pack de tres juegos con menús en castellano que pueden ser jugados tanto en solitario como acompañados de un amigo mediante la misma consola.
Irem Collection Volume 3 recupera tres títulos arcade que no fueron superventas en su época, pero que hoy se sienten como joyas escondidas. No son los más populares de la marca, pero sí que tienen mucha personalidad y mecánicas que los hacen destacar. Es una oportunidad de redescubrir juegos que pasaron algo desapercibidos, pero que con los años han ganado valor entre los fans del retro.
Mr. Heli (1987) es un arcade de disparos multidireccional protagonizado por un helicóptero con patas que puede caminar, flotar y volar mientras suelta misiles. Suena raro, y lo es, pero precisamente eso le da su encanto. El juego tiene una mezcla interesante de acción y exploración. No es simplemente avanzar disparando; los escenarios están construidos como pequeñas mazmorras llenas de secretos, enemigos colocados estratégicamente y mejoras ocultas. Vas recogiendo monedas para comprar armamento y energía, todo mientras te enfrentas a enemigos robóticos y jefes que pueden llegar a ocupar media pantalla. Tiene una estética entre futurista y caricaturesca, con un diseño de niveles muy meticuloso para la época. Es de esos títulos que, aunque te maten, vuelves a intentarlo sin pensarlo. Si te gusta más la estrategia arcade que el frenetismo puro, aquí tienes algo diferente.
Mystic Riders (1992) es un shoot 'em up de scroll horizontal muy peculiar por su estética y su tono casi paródico. Los protagonistas son dos brujos sobre escobas voladoras, armados con hechizos mágicos que pueden cargar o lanzar en distintas direcciones. Pero lo que lo hace especial es su estilo visual: niveles psicodélicos, enemigos que parecen sacados de un circo encantado y un diseño artístico que mezcla elementos de humor y fantasía de forma bastante original. Uno de sus puntos fuertes es el modo cooperativo local, que permite jugar con un amigo y repartirse el caos mágico a carcajadas. Además, el juego introduce mecánicas curiosas, como agarrar enemigos y lanzarlos como proyectiles. No es muy largo, pero tiene una variedad de situaciones que lo hacen muy entretenido y con ese punto bizarro tan propio de algunos arcades japoneses de los noventa.
Dragon Breed (1989) es probablemente el título más “serio” del trío, y uno de los más visualmente impresionantes. Aquí controlas a un príncipe que cabalga un enorme dragón llamado Bahamoot. La peculiaridad es que el dragón no es solo una montura: es también un arma y un escudo. Tú controlas al príncipe, que dispara proyectiles, pero también puedes envolver al dragón alrededor tuyo para protegerte de los ataques. El dragón es invulnerable, lo que añade una dimensión táctica muy interesante: debes decidir cuándo usarlo como defensa y cuándo abrir hueco entre los enemigos. El diseño de los niveles es mucho más oscuro y serio que en los otros dos juegos, con una ambientación que mezcla fantasía medieval y tecnología, casi en plan steampunk. Es un juego desafiante, con un ritmo más lento pero cargado de tensión, que requiere dominar bien los controles para sobrevivir. No es solo disparar y avanzar: hay que pensar cada movimiento y aprender a jugar con el cuerpo del dragón como herramienta.
En resumen, Irem Collection Volume 3 es una gran carta de amor al arcade alternativo. No encontrarás aquí los clásicos más mainstream, pero sí tres propuestas únicas que sorprenden por su creatividad y que siguen siendo muy disfrutables hoy en día. La inclusión de mejoras modernas (guardado rápido, rebobinado, filtros visuales, personalización de controles) hace que todo sea mucho más accesible, sobre todo si no estás acostumbrado a la dificultad brutal de los arcades de los 80 y 90.