Train Sim World® 6: Hierro, alma y adrenalina sobre raíles — el simulador que te convierte en leyenda ferroviaria
Train Sim World® 6 en Xbox Series X no es solo un simulador de trenes, es una experiencia que te transforma en maquinista, técnico, explorador y narrador de historias sobre raíles.
Desde que entras al menú, el juego te invita a elegir tu camino: ¿quieres seguir una carrera estructurada, improvisar tu propio viaje, o aprender desde cero cómo se maneja una bestia de acero? Los modos de juego están diseñados para que cada tipo de jugador encuentre su ritmo. El modo “Journey” es como una campaña dividida en capítulos, donde cada ruta tiene su propia progresión. Empiezas con tareas sencillas, como llevar pasajeros en trayectos cortos, y poco a poco te enfrentas a desafíos más complejos: maniobras nocturnas, condiciones climáticas adversas, trenes con sistemas híbridos que requieren atención constante. Es como vivir la evolución de un conductor novato a uno veterano, con cada misión aportando algo nuevo.
El modo “Timetable” es para los obsesionados con la precisión. Aquí no hay margen para la improvisación: eliges un servicio real, con horario, ruta, tren y condiciones específicas, y tienes que cumplirlo al milímetro. Hay cientos de servicios disponibles, desde trenes de cercanías que paran cada cinco minutos hasta trayectos de mercancías que cruzan el mapa entero. Y lo mejor es que el tráfico ferroviario es dinámico: otros trenes circulan, ocupan vías, provocan retrasos, y tú tienes que adaptarte. Es como estar dentro de una red ferroviaria viva, donde cada decisión cuenta.
El modo “Free Roam” es pura libertad. Aquí puedes elegir cualquier tren, cualquier ruta, cualquier hora del día, y simplemente explorar. Puedes hacer maniobras en depósitos, probar frenadas en pendientes, o simplemente disfrutar del paisaje sin presión. Es el modo perfecto para relajarte, para experimentar, o para hacer capturas espectaculares. Y con la nueva función de eventos aleatorios, nunca sabes qué puede pasar: una señal rota, una vía cerrada, un tren detenido… todo eso te obliga a improvisar y te da la sensación de que el mundo no gira en torno a ti, sino que tú formas parte de él.
Y luego está el “Training Center”, que es mucho más que un tutorial. Es un entorno dedicado exclusivamente a enseñarte a manejar cada tren, cada sistema, cada protocolo. No es un vídeo explicativo, es una ruta real con trenes reales donde puedes practicar sin presión. Te enseñan a usar el sistema de frenado Westcode, a interpretar los códigos de señalización, a activar el sistema de tracción múltiple, y hasta a cambiar de cabina en mitad de una maniobra. Es como tener una escuela de maquinistas en tu salón.
En cuanto a los trenes, la variedad es una locura. Hay más de 20 modelos disponibles, y cada uno tiene su propia personalidad. El NJ TRANSIT® ALP-45DP, por ejemplo, es una bestia híbrida que puede funcionar con electricidad o diésel, y cambiar de modo en marcha. Su cabina está llena de pantallas, botones, palancas, y requiere atención constante. El DB BR 294 es una locomotora alemana de maniobras, lenta pero precisa, ideal para aprender el arte del acoplamiento y la gestión de vagones. El CrossCountry BR Class 220 es un tren de pasajeros británico de alta velocidad, con controles modernos y una sensación de potencia contenida que te obliga a conducir con elegancia. Y el Arrow III, ese clásico de Nueva Jersey, tiene un traqueteo retro que te hace sentir como si estuvieras en los años 80, con un panel analógico que te obliga a tocar cada sistema manualmente.
Cada tren se comporta distinto. Algunos aceleran como cohetes, otros requieren paciencia. Algunos tienen frenos eléctricos, otros de aire, otros combinados. Y todo eso afecta la jugabilidad. No es lo mismo frenar un tren de pasajeros que uno de mercancías. Tienes que anticiparte, calcular distancias, usar el freno dinámico, el freno de emergencia si hace falta. Y si te equivocas, el juego no te lo perdona: puedes pasarte de estación, bloquear la vía, o incluso provocar una detención automática por seguridad. Es como si el juego te dijera: “esto no es un juguete, esto es un trabajo”.
Y ahora, hablemos de cómo se siente estar ahí dentro. Imagina que estás en la cabina del ALP-45DP, en plena madrugada, con lluvia golpeando el parabrisas y la megafonía anunciando el próximo destino. Enciendes las luces, activas el sistema de seguridad, revisas el voltaje, y arrancas. El tren ruge, vibra, y empieza a moverse. Sientes el peso de la máquina, el traqueteo de los raíles, el sonido del viento que cambia según la velocidad. Miras por la ventana y ves las luces de la ciudad, los pasajeros esperando bajo la lluvia, los semáforos ferroviarios parpadeando en la distancia. Cada decisión que tomas tiene consecuencias: si frenas mal, los pasajeros se quejan. Si te saltas una señal, el sistema te detiene. Si llegas tarde, el servicio se considera fallido. Y todo eso te hace sentir responsable, conectado, parte de algo más grande.
En Xbox Series X, esa sensación se multiplica. Los gráficos son tan nítidos que puedes leer los carteles de las estaciones desde la cabina. Los reflejos en los raíles cambian según el ángulo del sol. Las gotas de lluvia se acumulan en el parabrisas, se deslizan según la velocidad, y afectan la visibilidad. Las estaciones están vivas, los trenes tienen desgaste, suciedad, grafitis, y puedes ver los tornillos, las juntas, los cables. Es como si hubieran escaneado los trenes reales y los hubieran metido en la consola. Y el sonido… el sonido es puro cine. Cada tren tiene su rugido, su traqueteo, su chirrido único. Las estaciones tienen megafonía con anuncios reales, el viento cambia según el entorno, los frenos chillan si los usas mal, y si pasas por un túnel, el sonido se comprime como en la vida real. Si juegas con auriculares, puedes distinguir el sonido de los vagones, el crujido de los raíles, el clic de las señales. Es una sinfonía de acero.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: