Beach Invasion 1915-Gallipoli en PS5: trincheras, oleadas y pólvora retro a ritmo de arcade

Beach Invasion 1915-Gallipoli es como ese colega que aparece en la fiesta con un disfraz raro y te dice: “tranquilo, esto va a estar guapo”. Y sí, el juego se planta en plena Primera Guerra Mundial, en la campaña de Gallipoli, y te suelta directamente en la arena de la playa con un arsenal que parece sacado de un museo militar. La historia no se enrolla con dramas personales ni giros de guion de telenovela: aquí lo que importa es que los aliados quieren entrar por mar y tú, como defensor otomano, tienes que impedirlo a base de tiros, explosiones y sudor. Es como si el juego te gritara: “¡Defiende la costa o te comen vivo!”.

Los modos de juego son básicamente un buffet libre de oleadas enemigas. No hay un modo historia con cinemáticas de media hora, ni decisiones morales que cambien el rumbo de la guerra. Aquí todo es directo: oleada tras oleada, enemigos que llegan en barcos, aviones que te hacen levantar la vista, blindados que parecen decir “hola, vengo a destrozarte la tarde” y soldados que corren como si les hubieran prometido kebabs gratis al otro lado de la playa. Es arcade puro, con esa sensación de que cada partida es un reto de resistencia: ¿Cuánto aguantas antes de que te arrasen?

Las armas son un festival retro. Nada de rifles láser ni granadas futuristas: fusiles de cerrojo que tardan más en recargar que tú en abrir una cerveza, ametralladoras pesadas que rugen como dragones metálicos, cañones antiaéreos que te hacen sentir el poder de la artillería, y minas que colocas con la esperanza de que alguien las pise. Cada arma tiene su personalidad, y aunque gráficamente no sean un espectáculo, transmiten esa sensación de crudeza bélica. Disparar un fusil de 1915 es como pelear con un palo largo que escupe fuego: tosco, pero satisfactorio.

Los ejércitos enemigos son variados y no te dan respiro. Infantería que corre como si estuviera en una maratón, blindados que parecen decir “¿qué tal tu día? porque yo vengo a arruinarlo”, aviones que te obligan a mirar al cielo y barcos que bombardean desde la distancia como si fueran el primo pesado que nunca se calla. Cada oleada es un caos organizado, y tú estás ahí, sudando, intentando mantener la línea.

Los mapas son básicamente playas y fortificaciones, pero ojo, no son simples escenarios planos. Cada uno tiene su ambientación: trincheras llenas de humo, arena que parece infinita, mar que nunca deja de escupir enemigos, y explosiones que convierten el paisaje en un festival de fuego y polvo. No es un mundo abierto, ni falta que hace: el juego quiere que sientas la presión de estar atrapado en un punto estratégico, defendiendo con uñas y dientes.

La ambientación es sobria, pero efectiva. No hay fuegos artificiales gráficos, pero sí humo, explosiones y detalles que te meten en la época. Los gráficos en PS5 cumplen: no son un espectáculo de ray tracing ni texturas que te hagan llorar de emoción, pero tienen ese aire indie que dice “no vine a presumir, vine a divertirte”. Y vaya si lo consigue.

El sonido acompaña con disparos secos, explosiones contundentes y música que refuerza la tensión. No es una banda sonora que vayas a poner en Spotify, pero sí que te mete en el ambiente bélico. El rugido de los aviones, el estruendo de los barcos y el traqueteo de las ametralladoras hacen que cada partida sea un concierto de guerra improvisado.

La compañía detrás de todo esto es AIx2 Games, un estudio pequeño que se nota que hace las cosas con cariño y sin grandes presupuestos. Ellos mismos se encargan de la distribución, así que el juego llega sin intermediarios, con ese aire artesanal que mola porque sabes que estás jugando algo hecho con pasión más que con marketing.

En definitiva, Beach Invasion 1915-Gallipoli en PS5 es como un arcade bélico con alma retro: historia de fondo para darle sabor, modos de defensa que te ponen contra oleadas interminables, armas clásicas que te hacen sentir el peso del pasado, ejércitos variados que no te dejan respirar, mapas que recrean las playas de Gallipoli, gráficos sencillos pero funcionales y sonido que cumple con la misión de meterte en la batalla. No es un triple A, ni falta que le hace: es un indie con carácter, directo y sin rodeos, perfecto para echar partidas rápidas y sentirte un héroe improvisado de trincheras.

Y como siempre, aquí va la transparencia que pediste:
Disclosure: I received a free review copy of this product from https://www.keymailer.co y #keymailer y #beachinvasion1915gallipoli


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: