Ink Inside: el garabato que se enfrenta a una gotera y acaba montando el mejor caos dibujado de la PS5
Ink Inside en PlayStation 5 es básicamente lo que pasaría si un cuaderno de primaria, un episodio perdido de Cartoon Network y una tormenta tropical decidieran montar una rave dentro de tu consola. Es un action RPG, sí, pero uno de esos que no se toma en serio ni a sí mismo. Aquí no hay caballeros épicos ni dragones legendarios: hay garabatos con mala leche, tinta corriendo por todas partes y un protagonista que parece dibujado por alguien que estaba aburrido en clase de matemáticas.
La historia arranca con Stick, un monigote incompleto que vive tan tranquilo en su cuaderno hasta que ¡pum!, gotera. Y no una gotera normal, no: una gotera con vocación de villana de anime. El agua cae, la tinta se corre, los dibujos se deforman y de repente tu mundo se convierte en un festival de criaturas empapadas llamadas “Sog”, que parecen gremlins hechos de rotulador barato. Es como si el universo hubiera dicho: “¿Y si mezclamos arte infantil con apocalipsis acuático?”. Y tú, como buen garabato responsable, tienes que arreglar el desastre a base de esquivar, saltar y lanzar Cores, que son pelotas de dodgeball con actitud de diva.
La jugabilidad es un desmadre delicioso. No es el típico RPG donde te pasas media vida leyendo menús y comparando estadísticas como si estuvieras haciendo la declaración de la renta. Aquí todo es rápido, directo y con un punto de “¿pero qué está pasando?”. Los combates son como recreos hiperactivos: tú esquivas, devuelves pelotazos, haces combos que no sabes ni cómo has hecho y, cuando te das cuenta, estás gritando “¡OTRA, OTRA!” como si estuvieras en un concierto.
Los enemigos son una maravilla conceptual. No son monstruos al uso, son creaciones fallidas, ideas incompletas, bocetos que el protagonista abandonó y que ahora han decidido que tienen derecho a existir. Algunos se mueven como garabatos nerviosos, otros como trazos gruesos que quieren imponerse, otros como manchas que intentan ocupar todo el espacio. Cada uno tiene su propio comportamiento, su propio ritmo, su propia “personalidad gráfica”. Y enfrentarte a ellos es casi como discutir contigo mismo, pero en versión tinta agresiva.
Y si juegas en cooperativo… bueno, prepárate. Dos garabatos incompletos corriendo por un cuaderno inundado mientras reparten pelotazos a monstruos mojados es una experiencia que debería recetarse para el estrés. Es caótico, es absurdo, es maravilloso. El DualSense vibra como si también estuviera intentando no mojarse, lo cual añade un toque extra de “estoy dentro del cuaderno y me estoy deshaciendo lentamente, pero con estilo”.
Visualmente, Ink Inside es un poema a la imperfección. Todo está dibujado a mano, con líneas que tiemblan, colores que parecen recién pintados y animaciones que tienen ese encanto torpón de los dibujos animados de sábado por la mañana. Cuando el agua entra en escena, el mundo se ondula, se derrite, se emborrona… es como ver a tu cuaderno favorito sufrir una crisis existencial en directo, pero de una forma tan bonita que te quedas mirando embobado.
El sonido acompaña con la misma vibra: musiquitas juguetonas, efectos que parecen hechos con la boca por un animador aburrido y un ambiente general que te mete de lleno en ese universo de tinta viva. No es épico, no es cinematográfico, no es orquestal… es divertido, que es lo que importa aquí.
En conjunto, Ink Inside es ese tipo de juego que te recuerda que no todo tiene que ser gigantesco, serio o lleno de gráficos hiperrealistas. A veces lo mejor es un garabato con actitud, una gotera vengativa y un montón de tinta corriendo por todas partes. Es fresco, es creativo, es tonto en el mejor sentido posible y tiene una personalidad tan fuerte que casi puedes oír al juego decirte: “Relájate, disfruta y lánzale una pelota a ese monstruo mojado, que te lo estás pasando genial”.
Si te gustan los juegos con alma, con estética única y con ese punto de locura que te hace reírte solo mientras juegas, este te va a entrar como un buen meme en un día tonto. Y si no… bueno, siempre puedes volver a los dragones serios y los menús infinitos. Pero te aviso: después de ser un garabato heroico, cuesta volver atrás.
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Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: