Labyrinthine – Console Edition: terror, risas y decisiones cuestionables entre amigos en PS5
Labyrinthine – Console Edition en PlayStation 5 es como aceptar una invitación a un laberinto turístico sin leer la letra pequeña, y descubrir demasiado tarde que la letra pequeña decía “probabilidad alta de gritos, criaturas que no deberían existir y decisiones cuestionables”. Desde el primer minuto, el juego te mira con cara de “¿seguro que quieres entrar?” y tú, por supuesto, dices que sí, porque eres así de valiente o así de inconsciente. Y ahí empieza la fiesta.
La historia arranca con un grupo de personajes que, sinceramente, deberían replantearse sus hobbies. No son héroes musculosos ni investigadores paranormales con doctorado; son gente normal que, por razones que jamás entenderemos, decide meterse en un laberinto maldito como si fuera un plan de sábado por la tarde. Y claro, pasa lo que pasa: puertas que se cierran solas, pasillos que no estaban ahí hace un minuto, criaturas que parecen diseñadas por alguien que ha dormido poco y ha visto demasiadas películas de terror de madrugada. La narrativa no pretende ser Shakespeare, pero funciona porque te mete en ese mood de “esto va a salir mal, pero vamos a reírnos mientras ocurre”.
Los personajes, aunque no tengan un desarrollo profundo, tienen ese encanto de “grupo de amigos que se mete en líos”. Son torpes, valientes a ratos, y reaccionan como reaccionaría cualquiera: con nervios, con humor involuntario y con esa mezcla de valentía y estupidez que solo aparece cuando estás jugando algo de terror con colegas. Y eso es parte del encanto: no necesitas que tengan un arco dramático, necesitas que griten contigo, que se pierdan contigo y que tomen malas decisiones contigo. Y eso lo clavan.
La ambientación es una maravilla malévola. El laberinto no es un escenario, es un ser vivo. Respira, se mueve, cambia, te confunde, te engaña. Cada zona tiene su propia personalidad: bosques oscuros donde cada rama parece un dedo, instalaciones abandonadas que huelen a desastre, pasillos interminables que te hacen dudar de tu orientación y de tu cordura. La PS5 saca músculo con la iluminación: sombras profundas, luces que parpadean como si estuvieran a punto de darte un susto, y esa sensación constante de que algo se mueve justo fuera de tu visión periférica. No es terror gore, es terror psicológico del bueno, del que te hace mirar el pasillo de tu casa cuando apagas la consola.
La jugabilidad mezcla exploración, puzles y supervivencia, pero con ese toque de “te vas a reír mientras sufres”. No vienes a luchar, vienes a sobrevivir, a correr, a esconderte detrás de cosas que claramente no te van a proteger, y a resolver acertijos mientras una criatura te respira en la nuca. Los puzles son variados: algunos lógicos, otros que parecen diseñados por alguien que odia la lógica, pero todos con ese toque de tensión que te hace resolverlos más rápido de lo que deberías. En cooperativo es donde el juego brilla de verdad: pocas cosas unen más que gritarle a un amigo “¡NO VAYAS POR AHÍ!” mientras él, por supuesto, va por ahí. La comunicación es clave, y la PS5 mantiene todo fluido, sin tirones, sin tiempos de carga eternos y con una estabilidad que se agradece cuando estás huyendo como si te fuera la vida.
Los gráficos no buscan ser hiperrealistas, pero saben exactamente dónde apretar. Los escenarios están llenos de detalles inquietantes, las criaturas tienen diseños que mezclan lo grotesco con lo surrealista, y la iluminación es la reina absoluta del espectáculo. No necesitas texturas 8K para pasar miedo; necesitas sombras bien puestas, luces que parpadean en el momento justo y un laberinto que parece tener personalidad propia. Y eso lo hace de maravilla.
El sonido, eso sí, es directamente un arma psicológica. Crujidos, susurros, pasos que no son tuyos, respiraciones que vienen de sitios donde no debería haber nadie… jugar con auriculares es como firmar un contrato para sufrir. El audio 3D de Playstation 5 hace que cada ruido te llegue desde un punto distinto, lo cual es genial para la inmersión y terrible para tus nervios. Hay momentos en los que un simple susurro te hace saltar más que un jumpscare, y eso es mérito del diseño sonoro.
La desarrolladora, Valko Game Studios, ha creado un juego que sabe exactamente lo que quiere ser: una experiencia cooperativa de terror que mezcla sustos, risas nerviosas y puzles retorcidos. No intenta competir con los gigantes del género, sino ofrecer algo más íntimo, más directo y más centrado en la interacción entre jugadores. Y lo consigue con creces. La distribuidora, Assemble Entertainment, ha hecho un trabajo muy sólido llevando esta experiencia a consola. La adaptación a PS5 se siente cuidada, estable y bien integrada con el mando, sin esa sensación de “port rápido” que a veces se nota en otros juegos.
En resumen, Labyrinthine – Console Edition es ese tipo de juego que te hace decir “solo una partida más” y acabas dos horas después riéndote, gritando y preguntándote por qué sigues entrando en pasillos oscuros sabiendo perfectamente lo que va a pasar. Es divertido, tenso, atmosférico y perfecto para jugar con amigos "cooperativo en línea (2-8)" que no te guarden rencor por los sustos que les vas a provocar. Es un juego que no se toma demasiado en serio, pero que sabe exactamente cómo meterse en tu cabeza y quedarse ahí un rato.
Disclosure: I received a free review copy of this product from https://www.keymailer.co
#LabyrinthineConsoleEdition #keymailer
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento:







