Stars in the Trash: un cuento felino que brilla desde el minuto uno
Stars in the Trash en Nintendo Switch es básicamente lo que pasaría si un gato doméstico decidiera que su vida es demasiado mainstream y se lanzara a vivir una aventura indie con estética de corto animado francés. Moka, el protagonista, es ese tipo de gato que claramente ha visto demasiadas pelis de Studio Ghibli y ha dicho: “pues yo también quiero mi viaje emocional, mis planos bonitos y mis momentos de correr por tejados mientras suena música suave”. Y claro, se escapa de casa. Porque por qué no. Porque la vida es corta y las ventanas están para abrirlas.
El mundo exterior, eso sí, no es precisamente un parque temático para felinos. En cuanto Moka pone una pata fuera, aparece el kennelman, un señor que parece diseñado específicamente para que los niños digan “uy, qué mal rollo” y los adultos digan “este tío me recuerda a algo que reprimí en mi infancia”. Es un villano silencioso, de esos que no necesitan hablar para que tú ya estés pensando en esconderte detrás de un cubo de basura. Y entre persecuciones, callejones, tejados y momentos de “ay madre que me pillan”, el juego te va llevando por una historia cortita pero muy bien hilada, como un cuento ilustrado que cobra vida.
La ambientación es una delicia. Todo está dibujado a mano, con acuarelas, con ese toque de “esto lo ha pintado alguien que ama los gatos y odia los deadlines”. En Switch se ve precioso, incluso cuando la consola decide que hoy no está para resoluciones perfectas. Da igual: el estilo artístico es tan fuerte que te da lo mismo si estás en modo portátil, dock o jugando tumbado en la cama mientras tu propio gato te juzga por no estar dándole comida.
La jugabilidad es sencilla, pero en el buen sentido. Saltitos, exploración, puzles ligeros, algún momento de sigilo que te hace sentir como si fueras Solid Snake pero con bigotes. No es difícil, no quiere serlo, y se agradece. Es un juego que te dice: “relájate, disfruta, mira qué bonito es todo, y si te caes de una plataforma no pasa nada, seguimos siendo amigos”.
En lo técnico, la Switch lo mueve sin despeinarse. No hay tirones, no hay sustos, no hay nada que te saque de la experiencia. Es un juego pequeño, pero muy pulido. Y la animación… ay, la animación. Cada movimiento de Moka parece sacado de un corto de festival. Es suave, expresiva, encantadora. Es de esos juegos que te hacen pensar: “¿por qué no hay más gente haciendo esto?”.
El sonido acompaña como un buen amigo: sin llamar la atención, pero siempre ahí, dándote el tono justo. Música suave, efectos que encajan, y ese ambiente de “esto podría sonar en una cafetería hipster y nadie se daría cuenta de que es de un videojuego”.
Y luego está Valhalla Cats, el estudio. Españoles, murcianos, amantes de la animación tradicional y de los animales. Gente que viene de currar en sitios gigantes como Disney o Warner y que ha dicho: “vamos a hacer algo nuestro, bonito, pequeño, y de paso ayudamos a refugios de animales”. Son como ese colega que te cae bien desde el minuto uno porque sabes que tiene buen corazón y probablemente huele a lápices de colores. La distribución en Switch la llevan ellos mismos, muy en plan “esto es nuestro bebé y lo cuidamos nosotros”.
Aquí os dejamos los enlaces oficiales para poder comprarlo:
- Nintendo Switch (eShop oficial):
https://www.nintendo.com/es-es/Juegos/Programas-descargables-Nintendo-Switch/Stars-In-The-Trash-2979698.html - Steam (PC):
https://store.steampowered.com/app/1822240/Stars_In_The_Trash/
Y sí, el precio es espectacular. En Steam ronda los 11,99 Euros según la ficha oficial, y en Switch suele estar por unos 14,99 Euros con descuentos frecuentes en fechas señaladas "Ahora lo tenéis por 10,49 Euros, corred insensatos". Vamos, que por lo que cuesta una cena rápida te llevas una experiencia preciosa, artesanal y con un gato protagonista que merece un Oscar.
En resumen, Stars in the Trash es un juego que te abraza, te guiña un ojo y te dice: “vente, que te voy a enseñar algo bonito”. No dura mucho, pero lo que dura, lo hace con cariño, con arte y con un gato que merece todos los premios del mundo. Es de esos indies que no vienen a revolucionar nada, pero sí a recordarte que a veces lo único que necesitas es una historia pequeña, bien contada y dibujada con amor.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento:





