Analizamos Achilles: Survivor
Achilles: Survivor es un juego que combina acción automática, estrategia en tiempo real y mitología griega en un formato rogue-lite bastante adictivo. En esta entrega, disponible para Xbox Series X, se nota que los desarrolladores han querido aprovechar bien la consola: el juego está optimizado para esta plataforma, con tiempos de carga mínimos gracias al SSD y una resolución que alcanza hasta 4K. Y aunque en momentos de mucha acción la tasa de frames puede sufrir alguna caída leve, en general se mantiene estable en los 60 FPS, lo que da gusto cuando la pantalla se llena de enemigos y hechizos por todas partes.
La historia te mete directamente después de la Guerra de Troya, cuando Hades decide resucitar a Aquiles para usarlo como peón en sus guerras divinas. Pero como era de esperar, el dios del inframundo le hace la cama y lo manda al Tártaro. Aquiles escapa (cómo no) y empieza su venganza, liberando almas condenadas y enfrentándose a las hordas infernales que Hades le manda. La narrativa no es lo más profundo del juego, pero sirve como telón de fondo para el combate y la progresión del personaje.
Lo que más destaca aquí es la jugabilidad. Si has probado Vampire Survivors y te gustó, esto te va a parecer una evolución con esteroides. No sólo tienes combate automático mientras esquivas y sobrevives, sino que puedes construir estructuras directamente en mitad de la batalla. En Xbox se controla de forma bastante cómoda con el mando, algo que se agradece porque moverse, esquivar y colocar torres de fuego o trampas explosivas al vuelo requiere agilidad. También puedes poner tabernas que te curan, pilares mágicos, y un montón de estructuras con efectos tácticos. Eso sí, no son indestructibles: si se acumulan demasiados enemigos o te despistas, se vienen abajo rapidísimo.
Puedes jugar con Aquiles, pero también desbloquear otros héroes como la Pitia, que es más de hechizos a distancia, o guerreros con habilidades bien distintas. Cada uno tiene su propio estilo y árbol de progresión, lo que da variedad a las partidas. En cada ronda recoges recursos, mejoras habilidades, desbloqueas magias espectaculares —desde meteoritos hasta espadas flotantes— y la cosa se vuelve cada vez más caótica y divertida. Con el mando en Xbox todo está bien adaptado y se siente bastante natural, incluso cuando el número de enemigos es exagerado.
Gráficamente, la versión de Series X aprovecha el Unreal Engine 5 para lucir escenarios mitológicos muy trabajados: hay zonas como Troya o el Tártaro llenas de detalles, criaturas con diseños currados (cíclopes, escorpiones gigantes, esqueletos armados…) y efectos visuales como explosiones y rayos que inundan la pantalla. El juego tiene textos en español, menús bien adaptados, y se nota que han mimado bastante el port a consola.
Eso sí, no todo es perfecto. Las misiones a veces se sienten algo repetitivas —aguanta X minutos, mata a Y enemigos, recoge recursos— y tras varias partidas puede dar la sensación de que estás repitiendo la misma fórmula. Los escenarios no cambian demasiado y los enemigos, aunque visualmente impresionantes, tienden a seguir patrones similares. Pero como es estilo rogue-lite, desbloquear mejoras y probar combinaciones nuevas mantiene el interés.
Resumiendo: si tienes una Xbox Series X y te molan los juegos de acción frenética con un toque táctico y progresión constante, Achilles: Survivor puede engancharte. Tiene un sistema de combate sólido, construcción de estructuras que añade profundidad, personajes variados y una estética mitológica que entra por los ojos. Aún está en acceso anticipado, así que hay margen para pulir detalles, pero la base ya es bastante sólida en consola.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: