Analizamos Giant Machines 2017 en su versión para Playstation 5

Giant Machines 2017 es una experiencia singular dentro del género de simuladores, y al jugarlo en PlayStation 5, aunque no esté optimizado específicamente para esta consola, se beneficia de su potencia técnica para ofrecer una experiencia más fluida y envolvente. El juego gira en torno a una campaña de 14 misiones que te lleva por distintos rincones del planeta, operando siete de las máquinas más grandes jamás creadas con un objetivo final: lanzar un transbordador espacial. Esta narrativa le da cohesión a las tareas, elevando el juego por encima de otros simuladores que suelen presentar misiones aisladas.

Los escenarios están diseñados para resaltar tanto la escala de las máquinas como la dificultad de las tareas. Groenlandia, por ejemplo, ofrece un paisaje helado y desolado, donde la nieve perpetua y los cielos grises crean una atmósfera de aislamiento. Aquí, operar maquinaria como la perforadora Bagger se convierte en un reto visual y técnico, ya que debes abrirte paso entre montañas congeladas y terrenos irregulares. La física del juego simula el peso y la inercia de la máquina, lo que exige precisión y paciencia.

En Wyoming, el entorno cambia radicalmente. Las estepas áridas y los cielos despejados evocan el Viejo Oeste, y es el lugar ideal para tareas de minería y transporte de materiales pesados. La excavadora hidráulica y el camión de carga se sienten en su hábitat natural, moviendo toneladas de tierra y roca en un terreno que responde dinámicamente a cada acción. La simulación física completa hace que cada pendiente, cada giro y cada frenada se sientan reales, lo que añade una capa de inmersión muy satisfactoria.

Florida, por su parte, es el escenario más espectacular del juego. Aquí se encuentra el Centro Espacial, donde se lleva a cabo la preparación y el traslado del transbordador. La plataforma Crawler, una máquina colosal diseñada para mover el cohete, se convierte en la protagonista. Ver el amanecer mientras maniobras esta bestia metálica hacia la plataforma de lanzamiento es uno de los momentos más cinematográficos del juego. La escala del entorno, con edificios, vehículos y estructuras que parecen diminutas en comparación, refuerza la sensación de estar al mando de algo verdaderamente monumental.

También hay escenarios en Polonia y otras regiones que, aunque menos llamativos, aportan variedad geográfica y estética. Cada uno está diseñado para complementar la máquina que se utiliza, creando una sinergia entre entorno y tarea. La posibilidad de operar desde la cabina en primera persona permite apreciar los detalles internos de cada vehículo, desde los controles analógicos hasta los sistemas hidráulicos, lo que contribuye a la inmersión.

Las máquinas en sí están recreadas con un nivel de detalle notable. Cada una tiene su propia curva de aprendizaje, y el juego no se apresura en enseñarte a dominarlas. Desde grúas industriales capaces de cortar estructuras metálicas hasta vehículos diseñados para transportar minerales radiactivos, cada máquina tiene un propósito específico y una personalidad mecánica que se siente en cada movimiento. El control analógico busca replicar la complejidad real de operar estos gigantes, y aunque no se aprovechan funciones avanzadas del DualSense como la retroalimentación háptica, el mando responde con precisión y fluidez.

En conjunto, Giant Machines 2017 en PS5 es una experiencia pausada, metódica y sorprendentemente envolvente. No busca adrenalina ni acción frenética, sino ofrecerte el control total de máquinas titánicas en escenarios que te hacen sentir pequeño y poderoso al mismo tiempo. La narrativa sarcástica y la radio integrada en los vehículos añaden un toque de humor y humanidad que equilibra la seriedad técnica del simulador.


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: