Analizamos Mad Skills BMX 2
Este juego es como ese colega que parece tranquilo pero en cuanto se sube a la bici se transforma en una bestia. Mad Skills BMX 2 llega a la Nintendo Switch con toda la actitud de los juegos móviles, pero aquí se siente más cómodo, más fluido, y con ese gustito que da jugar con mandos de verdad. No te esperes una historia épica ni cinemáticas de Hollywood: esto va de pedalear, saltar y dejar atrás al rival como si no hubiera mañana.
La jugabilidad es directa al grano. Tú controlas a un ciclista que va por pistas en 2D, y el truco está en dominar el ritmo, debiendo agacharte justo antes de una bajada para pillar velocidad, saltar en el momento exacto para no comerte una rampa, y aterrizar suave para no perder el ritmo. Parece fácil, pero cuando te metes en circuitos más chungos o te enfrentas a jefes que no perdonan, te das cuenta de que necesitas reflejos de gato y nervios de acero. Y cuando lo clavas, uff... se siente brutal.
Hay varios modos para que no te aburras. El modo carrera es el clásico: vas desbloqueando pistas, enfrentándote a rivales cada vez más duros, y ganando pasta para mejorar tu bici. Luego están los desafíos diarios y semanales, que te pican el orgullo porque siempre hay algo nuevo que probar. Y si te va la marcha, el modo online te deja competir contra otros jugadores. Aquí es donde se pone serio el asunto, porque hay gente que domina cada curva como si viviera en el circuito.
Las bicis son otro rollo. Tienes varias para elegir, cada una con sus estadísticas: velocidad, aceleración, control en el aire... Puedes mejorarlas con las monedas que ganas, y también personalizarlas para que tu bici tenga más estilo que tu perfil de Tinder. No es solo por fardar: elegir bien tu máquina puede marcar la diferencia entre ganar por un pelo o comerte el polvo del rival.
Los circuitos están hechos a mano, y eso se nota. Cada uno tiene su propio ritmo, sus trampas, sus momentos para lucirte. Hay pistas en bosques, desiertos, ciudades... y todas tienen ese toque arcade que te hace querer repetirlas hasta que te salgan perfectas. Además, puedes hacer acrobacias si te va el show, aunque no es obligatorio. Pero si te mola el riesgo, puedes marcarte unos combos en el aire que te dan puntos extra y te hacen sentir como un crack.
Visualmente, el juego se ve muy guapo en la Nintendo Switch. Colores vivos, animaciones fluidas, y una música que te mete en el rollo. No es un portento gráfico, pero cumple de sobra. Y lo mejor: se juega de lujo tanto en portátil como en la tele. Ideal para echarte unas partidas rápidas mientras esperas a que se haga la cena o para viciarte toda la tarde sin darte cuenta.
En resumen, Mad Skills BMX 2 es ese tipo de juego que no necesita complicarse para engancharte. Si te mola la competición directa, los desafíos rápidos y mejorar tus habilidades a base de ensayo y error, este título te va a tener pegado a la consola más tiempo del que pensabas. Es perfecto para partidas cortas, pero cuidado: cuando dices “una más y lo dejo”, probablemente estés mintiendo.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: