Analizamos UBOAT
UBOAT, un juego que no es solo de submarinos, sino de supervivencia, estrategia, gestión emocional y tensión constante. Aunque originalmente fue lanzado para PC, muchos jugadores lo han disfrutado en consolas como Xbox Series X gracias a su potencia y compatibilidad, y te aseguro que es una experiencia que te atrapa si te gustan los simuladores con alma.
La historia de UBOAT se sitúa en plena Segunda Guerra Mundial, y tú tomas el mando de un submarino alemán tipo VII, el caballo de batalla de la Kriegsmarine. Pero no esperes una narrativa lineal con cinemáticas hollywoodenses. Aquí la historia la escribes tú, misión a misión, patrullando el Atlántico, acechando convoyes enemigos, esquivando destructores y sobreviviendo a tormentas, fallos mecánicos y, lo más complicado, al desgaste psicológico de tu tripulación. Porque sí, aquí no solo mandas el barco, también eres el jefe de un grupo de hombres que comen, duermen, se estresan, se deprimen y hasta pueden volverse locos si no los cuidas bien.
Las misiones son variadas y bastante abiertas. Algunas te mandan a interceptar barcos enemigos, otras a espiar posiciones, lanzar torpedos a objetivos clave o simplemente patrullar zonas peligrosas. Pero lo interesante es que no hay una única forma de cumplirlas. Puedes ir a lo Rambo submarino y atacar todo lo que se mueva, o ser más sigiloso, usando el periscopio, calculando trayectorias, esperando el momento justo para lanzar un torpedo y desaparecer bajo el agua antes de que te detecten. Y cuidado, porque los enemigos no son tontos: usan sonar, radares, lanzan cargas de profundidad y te pueden hacer pedazos si te pillan mal posicionado.
El submarino es como una casa flotante claustrofóbica. Tienes varias salas con funciones específicas: la sala de motores, donde controlas la velocidad y el consumo de combustible; la sala de torpedos, donde se cargan y disparan las armas principales; el puesto de mando, donde se toman decisiones tácticas; la cocina, que parece irrelevante pero si no alimentas bien a los marineros, se te vienen abajo; y hasta una enfermería improvisada, porque sí, los tripulantes pueden enfermar, lesionarse o sufrir ataques de pánico. Cada sala tiene su importancia, y muchas veces te verás corriendo de una a otra, asignando tareas, reparando fugas, apagando incendios o simplemente calmando a un marinero que está al borde del colapso.
Una de las joyas del juego es cómo maneja el combate. No es solo disparar torpedos y ver explosiones. Aquí hay que calcular ángulos, distancias, velocidad del objetivo, profundidad del submarino, estado del mar… y todo eso mientras el enemigo te busca con sonar y lanza cargas de profundidad que te hacen temblar el mando. Cada enfrentamiento es una partida de ajedrez bajo el agua, y muchas veces la mejor decisión es huir, esconderte en el fondo marino y esperar a que pase la tormenta.
Pero lo que realmente hace especial a UBOAT es la gestión de la tripulación. Cada marinero tiene su personalidad, habilidades, traumas y secretos. Algunos son excelentes mecánicos, otros buenos navegantes, pero también hay alcohólicos, cobardes, espías encubiertos… y todo eso puede salir a la luz si no mantienes la moral alta. Hay que darles descanso, comida decente, evitar que se peleen, y a veces tomar decisiones duras, como encerrar a alguien en su camarote o incluso ejecutar a un traidor. Es un simulador de liderazgo en condiciones extremas, y te hace sentir el peso de cada orden que das.
En Xbox Series X, el juego se mueve fluido, con buenos gráficos y una ambientación sonora brutal. El rugido de los motores, el chirrido del casco bajo presión, las explosiones lejanas, los gritos de los marineros… todo te mete en la piel del capitán. No es un juego para todos, eso sí. Requiere paciencia, atención al detalle y ganas de meterte en una experiencia profunda y exigente. Pero si te gustan los simuladores con alma, UBOAT es una joya que merece ser explorada.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: