Analizamos Wander Stars

Wander Stars es como si alguien hubiera metido en una licuadora a Dragon Ball, Sailor Moon, Pokémon y un diccionario, y lo hubiera servido en forma de videojuego. Es un RPG por turnos, sí, pero con una vuelta de tuerca que lo hace único: aquí no lanzas ataques normales, aquí los construyes tú con palabras. Literalmente. Es como si cada combate fuera una especie de duelo de poesía intergaláctica, pero con explosiones, gritos y poses dramáticas.

La historia arranca con Ringo, una chavala que practica Kiai, que es como el arte marcial más popular del universo, rollo espectáculo tipo torneo de artes marciales de Dragon Ball Z. Ella está buscando a su hermano, que ha desaparecido, y en el camino se cruza con Wolfe, un tipo misterioso con pinta de antihéroe que parece sacado de un anime de samuráis con pasado oscuro. Al principio se llevan como el culo, pero ya sabes cómo va esto: poco a poco se van entendiendo y acaban siendo un dúo de esos que molan, con química y piques constantes.

El juego está dividido en capítulos, como si fuera una temporada de anime. Cada capítulo tiene su arco, sus personajes secundarios, sus momentazos épicos y sus combates que parecen sacados de un opening con música cañera. Hay piratas espaciales, brujas kawaii, cuervos que hablan, y hasta capibaras con actitud. Todo con un estilo visual que grita “¡anime clásico!” por todos lados: colores saturados, efectos exagerados, y animaciones que podrían estar en un VHS junto a Slayers o Shaman King.

La jugabilidad es lo que lo hace especial. En vez de elegir ataques de una lista, tú los creas combinando palabras que vas desbloqueando. Por ejemplo, puedes juntar “Fuego” + “Puño” + “Explosivo” y hacer un ataque que revienta a medio planeta. Cuantas más palabras tienes, más locuras puedes montar. Y no es solo por molar: cada palabra tiene su efecto, su elemento, su tiempo de recarga… así que hay que pensar bien qué usar y cuándo. Es como si el combate fuera un juego de estrategia con sabor a improvisación.

Además, si derrotas a los enemigos con estilo, sin abusar ni hacer trampas, puedes ganarte su respeto. Y eso te da “motivaciones”, que son como buffs o mejoras que te ayudan en futuros combates. Es una forma muy guapa de premiar el juego limpio y darle profundidad a las peleas.

Los personajes son puro anime. Ringo es la prota con corazón noble, fuerza bruta y una energía que recuerda a Goku niña. Wolfe es el típico tipo duro con pasado trágico, que va soltando frases crípticas y tiene un estilo de lucha más técnico. Y los secundarios… madre mía. Hay de todo: desde villanos con diseño exagerado hasta aliados que parecen salidos de un capítulo de One Piece. Todos tienen su rollo, sus motivaciones, y su momento de brillar.


Y aunque no hay armas como tal, las palabras son tu arsenal. Puedes montar ataques defensivos, ofensivos, de apoyo, y hasta algunos que cambian el estado del combate. Es como si estuvieras escribiendo tu propio guion de pelea, y eso le da un toque muy creativo. Te anima a experimentar, a probar cosas raras, y a descubrir combinaciones que ni te imaginabas.

La música también acompaña: tiene ese rollo de opening de anime, con guitarras eléctricas, sintetizadores y momentos épicos. No te extrañaría que en cualquier momento saliera una voz gritando el nombre del ataque en japonés mientras el fondo explota.

En resumen, Wander Stars no es solo un juego, es una carta de amor al anime clásico. Tiene combates originales, personajes con carisma, historia con drama y humor, y un sistema que te hace sentir como si fueras el protagonista de tu propia serie. Si creciste viendo peleas con gritos, transformaciones y ataques con nombres imposibles, este juego te va a tocar la fibra.


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: