Caligo: paseando por tus pensamientos con niebla en los pies y belleza en cada sombra
Caligo en PS5 es como meterse en un poema oscuro con gráficos de ensueño y una banda sonora que te acaricia el alma. Disclosure: I received a free review copy of this product from https://www.keymailer.co y #CaligoConsoles y #keymailer
Imagina que te despiertas en una habitación cerrada, sin ventanas, sin contexto, y lo primero que ves es una esfera metálica flotando. No es una rave futurista, es el inicio de Caligo, un walking sim que no quiere que corras, saltes ni dispares, sino que te sumerjas en una experiencia narrativa que mezcla introspección, oscuridad y un toque de surrealismo cósmico. El juego, desarrollado por Krealit y publicado por Sometimes You, llega a PlayStation 5 con una propuesta que, aunque breve, deja huella.
Sometimes You, por cierto, es esa editorial que se especializa en traerte joyitas raras, juegos que no siguen la corriente mainstream y que tienen más alma que presupuesto. Son como ese amigo que te recomienda pelis raras que acaban siendo tus favoritas. Y con Caligo, han vuelto a acertar.
La historia es un viaje por los recuerdos borrosos del protagonista, que no sabe quién es ni por qué está ahí. A medida que avanzas, te guía una voz misteriosa que parece saber más de ti que tú mismo. El tono es melancólico, pero no deprimente. Es como si el juego te dijera: “tranqui, vamos a reconstruirte poco a poco”. Y lo hace llevándote por escenarios que parecen sacados de un sueño lúcido: bosques encantados, prisiones sombrías, campos de batalla que parecen pinturas vivas. Cada lugar tiene su propia atmósfera, y aunque no hay muchos personajes, los que aparecen tienen ese aire de “sabio críptico” que te deja pensando.
La jugabilidad es sencilla, como debe ser en un walking sim. Caminas, observas, escuchas. No hay HUD, ni misiones secundarias, ni coleccionables que te distraigan. Es tú y el mundo. Y qué mundo, madre mía. En PS5, Caligo se ve espectacular. Las texturas tienen ese punto de realismo mágico, con luces que parecen respirar y sombras que te abrazan. El motor gráfico no busca fotorrealismo, sino impacto emocional. Y lo consigue. Hay momentos en los que te quedas quieto solo para mirar cómo se mueve la niebla o cómo el sol atraviesa los árboles.
El sonido es otro punto fuerte. La música es ambiental, pero con personalidad. No es el típico piano triste de fondo, sino una mezcla de cuerdas, sintetizadores y efectos que te meten en la cabeza del protagonista. Los efectos sonoros están bien medidos: el crujido de la madera, el eco de tus pasos, el susurro del viento. Todo está ahí para que te sientas dentro, no encima del juego.
Y aunque el juego dura apenas una hora, tiene dos finales. Uno lo eliges tú, el otro lo puedes ver cargando el capítulo final. No hay decisiones complicadas, pero sí una reflexión sobre quién eres y qué significa recordar. Es como si el juego te dijera: “no importa lo que elijas, lo importante es que lo sientas”.
En resumen, Caligo en PS5 es una experiencia corta pero intensa, como leer un buen poema en voz alta. No te va a cambiar la vida, pero te va a hacer pensar, sentir y, sobre todo, disfrutar de un mundo que parece hecho para que lo explores con calma. Y eso, en estos tiempos de prisas y explosiones, se agradece.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento:





