Top Shot Pool en PS5: carambolas imposibles, física de lujo y elegancia en cada taco

Top Shot Pool en PS5 es como si el billar se hubiera escapado de un bar de carretera, se hubiera metido en una nave espacial con luces de neón y hubiera dicho: “ahora sí, voy a ser el protagonista”. Es precisión, estilo y un toque de locura digital que convierte cada bola en una diva y cada mesa en una pasarela.

Desarrollado por Repixel8 Ltd, este juego no viene a reinventar el billar… viene a celebrarlo. Aquí no hay humo, ni olor a cerveza rancia, ni tipos con gafas de sol en interiores. Aquí hay superficies brillantes, físicas que parecen diseñadas por ingenieros obsesionados con la perfección, y un ritmo que te hace sentir como si estuvieras en un torneo intergaláctico de carambolas imposibles.

La historia, como era de esperar, no existe. Porque esto no es un drama narrativo, es un ritual de precisión. Pero hay modos que te hacen sentir como si estuvieras en una saga personal de superación: el modo Despeje te reta a limpiar mesas con estilo y eficiencia, el modo multijugador local te permite humillar amistosamente a tus colegas en el sofá, y las clasificaciones online te convierten en leyenda digital si logras meter esa bola imposible sin romper el mando.

La jugabilidad es puro flow. Los controles son tan intuitivos que parece que el juego te lee la mente. Apuntas, ajustas fuerza, aplicas efecto, y ¡pum!, la bola hace lo que tú querías… o lo que el universo decidió. Puedes hacer tiros rectos, con retroceso, con efecto lateral, con rebote triple, y hasta esos tiros que parecen magia negra. Y lo mejor: todo se siente natural, sin menús complicados ni tutoriales eternos. Es como si el taco fuera una extensión de tu alma.

La física es el alma del juego. Cada bola se mueve como debe, cada rebote tiene sentido, y cuando metes una carambola imposible, no sabes si aplaudirte o llamar a la NASA para que estudien tu talento. Es realismo sin complicaciones, precisión sin pretensiones. Y cuando fallas… bueno, el juego no te juzga. Pero tú sí.

Gráficamente, en PS5 el juego se luce. Las mesas brillan como si fueran vitrinas de museo, las bolas tienen reflejos que parecen sacados de una demo técnica, y los escenarios tienen ese toque minimalista que dice “esto es serio, pero también bonito”. No hay público, ni comentaristas, ni fuegos artificiales. Solo tú, la mesa, y el silencio tenso antes de cada tiro. Y eso, amigo, es poesía.

El sonido acompaña sin molestar. Cada golpe tiene su “clack” satisfactorio, cada bola que entra su “thunk” reconfortante, y el ambiente general es relajado, como si estuvieras en un spa para jugadores de billar. No hay música épica, pero sí una atmósfera que te invita a concentrarte, a respirar hondo, y a meter esa bola imposible que te está mirando con desprecio.

¿Y el multijugador? Pues funciona. Puedes jugar con amigos en local, retar a desconocidos online, y subir en las clasificaciones como si fueras el Messi del billar digital. No hay toxicidad, no hay gritos, solo tiros limpios y respeto por el ángulo perfecto. Y si pierdes… bueno, siempre puedes decir que el mando falló.

En resumen: Top Shot Pool en PS5 es un homenaje al billar bien hecho. Sin florituras, sin drama, pero con una ejecución tan pulida que te hace sentir como si estuvieras en la final de un campeonato mundial, aunque estés en pijama. Si te gusta el billar, este juego es tu templo. Y si no… pruébalo. Porque aquí, hasta fallar se siente elegante.


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: