Winter Burrow: el juego donde ser un ratón con frío es lo más adorable que te pasará en Switch
Winter Burrow en Nintendo Switch es como meterte en una peli de animación hecha con amor, nieve y una pizca de drama ratonil. Es el tipo de juego que te abraza con una manta de lana, te da una taza de chocolate caliente y te dice: “tranqui, aquí no hay dragones, pero sí un montón de cosas que arreglar”. Desarrollado por Pine Creek Games y distribuido por Noodlecake, esta joyita es una mezcla entre simulador de vida, aventura suave y misterio peludo, todo envuelto en un bosque nevado que parece sacado de un cuento ilustrado por alguien con mucho talento y una obsesión sana por los detalles adorables.
La historia empieza con un ratón que vuelve a su madriguera de la infancia después de vivir en la gran ciudad. Ya sabes, ese momento de “necesito reconectar con mis raíces”, pero en versión roedor. Lo que se encuentra no es precisamente acogedor: la casa está hecha polvo, la tía que vivía allí ha desaparecido sin dejar rastro, y el bosque está cubierto por una nevada que haría temblar a cualquier meteorólogo. Así que toca ponerse manos a la obra: reconstruir el hogar, sobrevivir al frío y descubrir qué narices ha pasado con la tía. Y todo esto sin perder el estilo, claro.
Lo primero que notas es lo bonito que es todo. Pero bonito de verdad. Cada rincón del bosque está dibujado con mimo, con colores suaves, texturas que parecen hechas a mano, y una atmósfera que te hace sentir que estás dentro de una caja de música. Los árboles, las madrigueras, los animalitos que te cruzas… todo tiene ese toque de “esto lo ha hecho alguien que ama lo que hace”. Y aunque parezca un juego tranquilo, no te confíes. Aquí hay que recolectar, fabricar, explorar y sobrevivir. No hay monstruos ni combates, pero sí desafíos que te hacen pensar: ¿salgo hoy a buscar ramitas o me quedo en casa haciendo mermelada?
La mecánica es sencilla pero adictiva. Recolectas materiales, construyes cosas, cocinas, decoras tu madriguera y hablas con otros animales del bosque. Cada uno tiene su personalidad, sus problemas y sus encargos. Hay un topo que necesita ayuda con su túnel, una ardilla que quiere recuperar sus nueces, y hasta un búho que parece saber más de lo que dice. Y tú, como buen ratón protagonista, te conviertes en el centro de esta pequeña comunidad peluda. Es como si Stardew Valley se hubiera metido en una peli de Pixar y hubiera dicho: “vamos a hacer algo tierno pero con misterio”.
Porque sí, hay misterio. La desaparición de la tía no es solo una excusa para empezar a recolectar ramitas. A medida que avanzas, encuentras pistas, objetos olvidados, cartas, y empiezas a reconstruir no solo la casa, sino también la historia familiar. Y lo haces a tu ritmo, sin presiones, pero con esa curiosidad que te empuja a seguir explorando. ¿Qué pasó realmente? ¿Por qué se fue la tía? ¿Qué secretos esconde el bosque? Todo se va desvelando poco a poco, como una novela de suspense suave con olor a canela.
En Nintendo Switch el juego se siente como en casa. Los controles son intuitivos, el rendimiento es fluido, y el formato portátil le sienta de maravilla. Puedes jugarlo en el sofá, en el tren, en la cama, o donde te apetezca. Es el tipo de juego que no te exige estar alerta todo el rato, pero sí te invita a volver cada día para seguir mejorando tu madriguera y descubrir qué más puedes hacer. Y como todo está tan bien diseñado, cada sesión se siente como una pequeña aventura.
La música es otro punto fuerte. Suena a invierno, a hogar, a nostalgia. Cada melodía acompaña tus pasos por la nieve, tus momentos frente al fuego, y tus encuentros con los vecinos del bosque. Es relajante, envolvente, y te hace sentir que estás en un lugar seguro, aunque estés rodeado de hielo. Y eso, en estos tiempos, es un regalo.
Así que si buscas un juego que no te grite, que no te lance explosiones a la cara, pero que te haga sentir cosas bonitas, Winter Burrow es tu madriguera perfecta. Pine Creek Games y Noodlecake han creado algo especial, algo que no necesita fuegos artificiales para brillar. Es un juego que te invita a cuidar, a explorar, a reconstruir, y a descubrir que incluso en el invierno más frío, hay calor si sabes dónde buscar. Ponte el suéter, prepara el té, y métete en la madriguera. El bosque te espera, y este ratón tiene mucho que contar.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento:






