Demonschool: La Universidad del Caos Táctico, los Demonios con Estilo y las Raves en el Infierno

 Demonschool en PlayStation 5 no es solo un juego: es una experiencia sobrenatural, una rave táctica con aroma a pasta italiana, y una carta de amor pixelada al horror adolescente con más estilo que un desfile de moda en el infierno.

Desarrollado por Necrosoft Games, un estudio independiente con alma punk y cerebro táctico, y distribuido por Ysbryd Games, conocidos por apoyar joyas raras y brillantes como VA-11 HALL-A, este título es una mezcla explosiva de géneros, referencias y locura creativa. En PS5, el juego luce como un cómic animado que ha hecho un pacto con el diablo: colores saturados, animaciones fluidas, y tiempos de carga tan rápidos que parecen brujería.

La historia gira en torno a Faye, una estudiante universitaria con un pasado demoníaco y una actitud que podría partirle los cuernos a cualquier criatura del averno. Junto a su pandilla de compañeros —cada uno más excéntrico que el anterior— se ve envuelta en una conspiración que mezcla rituales arcanos, profesores sospechosos y una isla universitaria que esconde más secretos que un sótano en Silent Hill. Pero no te preocupes: aquí no hay jumpscares baratos, sino una narrativa que combina misterio, humor negro y momentos de puro “¡¿pero qué está pasando aquí?!”.

La jugabilidad es una delicia táctica. Imagina un tablero de ajedrez poseído por demonios, donde cada movimiento se planifica con precisión quirúrgica y luego se ejecuta como una coreografía infernal. No hay azar, no hay dados, no hay RNG que te arruine la partida: solo tu cerebro, tus combos y tu capacidad para empujar enemigos a trampas, precipicios o directamente a los brazos de la muerte. Cada personaje tiene su estilo: Faye embiste como un tren infernal, Namako manipula el entorno como una hacker de la realidad, Knute es un tanque con alma de quarterback, y Destin lanza hechizos como si estuviera escribiendo poesía maldita.

Los enemigos son una galería de horrores pixelados que parecen salidos de una pesadilla dirigida por David Lynch con presupuesto de anime de los 90. Hay demonios que se arrastran, espectros que se camuflan entre los estudiantes, y jefes que combinan mecánicas de puzzle con diseños que te harán decir “esto es arte, pero me da miedo”. Cada combate es un rompecabezas táctico, una danza de muerte donde cada paso cuenta.

Las armas no son espadas ni pistolas, sino habilidades sobrenaturales que se combinan como si fueran movimientos de lucha libre demoníaca. Puedes empujar enemigos hacia trampas, hacer rebotes en cadena, invocar barreras, ralentizar el tiempo o incluso manipular el terreno. Y todo esto ocurre en escenarios que van desde aulas embrujadas hasta gimnasios infestados, pasando por bibliotecas que son portales al más allá y cafeterías donde el menú incluye “sopa de almas”.

El apartado artístico es una maravilla. Visualmente, Demonschool es como si JoJo’s Bizarre Adventure se hubiera fusionado con Suspiria en una licuadora de neón. Los colores chillan, las sombras se arrastran, y cada escenario tiene una personalidad propia. El estilo isométrico le da un aire táctico, pero los personajes están animados con tanto mimo que parecen sacados de una serie animada de culto. En PS5, todo esto se ve nítido, fluido y con una fidelidad que hace justicia al arte pixelado.

Y el sonido… ¡ay, el sonido! La banda sonora es un cóctel de sintetizadores ochenteros, guitarras demoníacas y melodías que te hacen sentir como si estuvieras en una rave en el infierno. Cada combate tiene su propio tema, y los efectos sonoros —susurros, gritos distorsionados, risas demoníacas— te meten de lleno en la atmósfera. Es como si Carpenter Brut se hubiera colado en tu consola y hubiera dicho: “vamos a hacer que esto suene brutal”.

Pero Demonschool no es solo combate. También hay gestión del tiempo, relaciones entre personajes, decisiones que afectan la historia y momentos de calma entre el caos. Puedes pasar el día entrenando, estudiando, explorando o simplemente charlando con tus compañeros. Y esas conversaciones no son de relleno: están llenas de humor, drama y desarrollo de personajes que te harán encariñarte con cada uno de ellos.

En resumen, Demonschool en PlayStation 5 es una joya oscura, una mezcla perfecta de estrategia, narrativa, estilo y locura. Es un juego que no solo se juega: se vive, se respira, se saborea. Si te gustan los RPG tácticos con personalidad, los personajes carismáticos, las historias sobrenaturales y los combates que te hacen sentir como un coreógrafo del caos, este es tu billete de entrada a la universidad más endemoniadamente divertida del año.

Y recuerda: en Demonschool, sacar matrícula de honor significa sobrevivir al apocalipsis… con estilo.


Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento: