The Last Case of John Morley: un noir interactivo que brilla en PS5
The Last Case of John Morley en PS5 es un título que se disfruta como un buen whisky: lento, intenso y con un regusto que se queda en la memoria. La trama arranca con un detective veterano que ya carga más sombras que certezas. John Morley es un tipo que ha visto demasiado, y justo cuando pensaba que podía colgar la gabardina, aparece un caso que lo arrastra de nuevo a las calles húmedas y a los despachos llenos de humo. No es un crimen cualquiera: es un rompecabezas que mezcla desapariciones, conspiraciones y secretos familiares que parecen sacados de una novela de Chandler, pero con un toque psicológico que te hace dudar de todo lo que ves.
Lo divertido es que el juego no se limita a contarte la historia, te obliga a vivirla en primera persona. Cada paso que das es como caminar sobre un tablero de ajedrez donde las piezas se mueven solas. Vas recopilando pistas, recogiendo objetos aparentemente insignificantes que luego se convierten en claves, y analizando documentos que te hacen sentir como un auténtico sabueso. Cartas con manchas de café, informes policiales mal redactados, fotografías que esconden detalles en las sombras… todo se convierte en material de investigación. Y aquí está la gracia: no basta con acumular pruebas, tienes que interpretarlas, unir cabos y decidir qué es relevante y qué es ruido.
Los puzles son el corazón del proceso detectivesco. No son simples acertijos para rellenar, sino pruebas que encajan con la narrativa. Abrir una caja fuerte siguiendo pistas escondidas en un cuadro, reconstruir un recuerdo a partir de fragmentos visuales, descifrar mensajes ocultos en periódicos viejos… cada puzle es como un guiño del juego, un recordatorio de que aquí no basta con disparar o correr, hay que pensar como un detective. Y lo mejor es que no son imposibles: te hacen sudar un poco, pero cuando los resuelves sientes esa satisfacción de haber descifrado un secreto que estaba ahí, esperándote.
Los personajes que te rodean son un desfile de sospechosos y aliados ambiguos. Nadie es lo que parece, y todos tienen esa aura de “te voy a ayudar… pero igual te traiciono en la próxima esquina”. Morley, por supuesto, es el centro de todo: un protagonista que se mueve entre la lucidez y la paranoia, y cuya voz interior te acompaña como si fuera un narrador de novela negra.
La ambientación es puro noir: calles húmedas, oficinas con persianas medio rotas, bares llenos de humo y mansiones donde cada cuadro parece observarte. Los escenarios están diseñados con mimo, con ese toque decadente que te hace sentir que el mundo se está desmoronando alrededor del detective. En PS5, los gráficos lucen con un nivel de detalle que refuerza esa atmósfera: reflejos en charcos, luces de neón que parpadean, sombras que se estiran como si fueran personajes más de la historia. No es un despliegue de color, sino un festival de grises, negros y tonos apagados que encajan perfecto con el tono del juego.
El sonido merece un aplauso aparte. La banda sonora mezcla jazz oscuro con notas inquietantes, como si un saxofón se hubiera aliado con un sintetizador de pesadilla. Los efectos sonoros son tan detallados que te hacen saltar de la silla: el chirrido de una puerta, el eco de pasos en un callejón vacío, el murmullo de voces que no sabes si son reales o fruto de la mente de Morley. Jugar con auriculares es casi obligatorio, porque cada detalle sonoro te mete más en la piel del detective.
Y detrás de todo esto está Indigo Studios – Interactive Stories, una desarrolladora española que se ha especializado en aventuras narrativas con mucho misterio y atmósfera. Se nota que han querido hacer algo con identidad propia, un thriller noir que bebe de clásicos como Return of the Obra Dinn o What Remains of Edith Finch, pero con su propio acento. La distribución corre a cargo de JanduSoft, una editora que suele apostar por proyectos peculiares y con personalidad, y aquí han dado en el clavo.
En resumen, The Last Case of John Morley en PS5 es un título que no busca deslumbrar con explosiones ni persecuciones, sino atraparte con su atmósfera, su historia y su capacidad para hacerte dudar de todo lo que ves. Es un juego que te invita a ponerte la gabardina mental, encender un cigarrillo imaginario y perderte en un mundo donde cada sombra puede ser una pista… o un enemigo invisible. Y cuando un título consigue que te sientas parte de ese universo, sabes que estás ante algo especial.
Aquí os dejamos el tráiler de lanzamiento:




