Platzle: plataformas, cartas y jefes pixelados en 50 niveles por menos que una hamburguesa
Platzle es un juego desarrollado por Rapid Snail y distribuido por Xitilon, disponible en el ecosistema de Xbox a precio reducido.
Platzle es uno de esos títulos que aparecen en la tienda como por arte de magia, con nombre simpático y estética sencilla, y que te invitan a descubrir qué se esconde detrás de su fachada minimalista. Lo firma Rapid Snail, un estudio que parece tener debilidad por las ideas compactas y mecánicas bien definidas, y lo distribuye Xitilon, conocido por apoyar propuestas indie que buscan hacerse un hueco sin necesidad de fuegos artificiales. El resultado es un juego que no pretende impresionar, pero sí entretener con su mezcla de plataformas, cartas y pequeños retos.
El juego ofrece 50 niveles, cada uno con su propio diseño y lógica interna. No hay historia que te lleve de la mano, ni cinemáticas que te expliquen el universo: Platzle confía en que entiendas sus reglas a través del juego mismo. Cada nivel es como un pequeño acertijo, y tu herramienta principal son las cartas de habilidad. Hay siete en total, y cada una te permite hacer cosas distintas: saltar más alto, protegerte, moverte de formas especiales… No se trata de coleccionarlas por coleccionar, sino de usarlas con cabeza para superar obstáculos, enemigos y trampas.
Los jefes aparecen de vez en cuando para romper la rutina. Hay arañas gigantes, criaturas elementales y fenómenos naturales que te obligan a pensar diferente. La lava, por ejemplo, está presente en muchos niveles y funciona como ese elemento que te obliga a moverte con precisión. No es especialmente cruel, pero sí constante, como ese amigo que siempre te recuerda que no puedes relajarte del todo.
Visualmente, Platzle apuesta por lo funcional. No hay grandes efectos ni escenarios detallados, pero todo está claro y bien delimitado. El estilo recuerda a los juegos Flash de hace años, con una capa de pulido que lo hace cómodo de jugar en consola. No busca impresionar, pero tampoco molesta, y eso ya es bastante. Tiene ese aire de “esto lo podría haber hecho yo en GameMaker”, pero con suficiente coherencia como para que no se sienta amateur.
Uno de sus puntos más accesibles es el precio reducido. Platzle cuesta menos que una cena rápida, y eso lo convierte en una opción interesante para quienes quieren algo distinto sin comprometerse demasiado. No es un juego largo, pero sí tiene suficiente contenido para justificar su coste, especialmente si te gusta repetir niveles y probar distintas combinaciones de cartas. Además, al estar disponible en el ecosistema de Xbox, puedes jugarlo tanto en consola como en PC, lo cual siempre suma.
Platzle no busca cambiar tu vida ni redefinir el género. Pero sí propone una experiencia directa, con ideas claras y ejecución sencilla. Es ese tipo de juego que puedes jugar entre otras cosas, que no te exige demasiado pero tampoco te trata como tonto. Y por el precio que tiene, es difícil no darle una oportunidad.
Aquí os dejamos un Walkthrough del mismo: